“Las palabras como accesorios vivos en un discurso erigido como un muro para frenar los lugares comunes del lenguaje cultural, los dequeismos de los discursos patrioteros y guerreristas del estado,
las alocuciones cantinfléricas de los politicastros de turno y la verborrea poética de los estetas de café”. Ayer, Ramiro Cabana aludió al gran satírico austríaco, Karl Kraus, al parecer, para defenderse de los elogios de Marcos.
Este artículo de Carlos Yusti es una buena presentación.