Para Claudio Magris, la ley es ese instrumento que abre espacios de convivencia, que limita los instintos más salvajes en favor del trato civilizado. Sin ley, no habría posibilidades de libertad. “La Ley es como la democracia. Se trata de un valor frío, una regla que no penetra el misterio de la vida, pero permite a cada persona vivir su propio misterio, su propia pasión y su propio delirio.”
Razones de la ley, razones del corazón.