Elena Poniatowska escribe sobre el gran hombre de letras mexicano,
Jaime Torres Bodet, que dice en un momento de una antigua entrevista: “Que el autor consagre su libertad a una tarea constante e imprescindible: el dominio de lo inefable. Esto es: la revelación de lo que existe en cada uno
todavía oscuro e inexpresado, pero que ansía integrarse ya a la verdad de lo conocido. El que se expresa
si lo hace con honradez libera múltiples energías que, de otro modo, podrían esclavizarlo.’‘