Comentarios

1. Ximo Ferrando
   2002-05-06 12:54 Para el currante, la Economía es hoy como una diosa implacable. Si va bien, debe cuidarla y no excederse reclamando aumentos de sueldo, para que no se recaliente. Si va mal, debe apretarse el cinturón, para que pueda de nuevo ir bien. Total, ni contigo ni sin ti… habría que acabar con ella, pues no es más que un bulo, una farsa, un velo que cubre las vergüenzas de esos intereses abyectos a los que haces referencia en tu nota. Sus templos son los bancos y los corrales de pelea llamados “bolsas”. Y su basílica de San Pedro está en Wall Street. ¡Abjuremos de la diosa Economía!
2. Roger
   2002-05-06 13:39 Pero y luego, ¿en qué vamos a creer?
3. Ximo
   2002-05-06 16:14 La fe en la economía es como esa otra que mueve montañas,...pero de dinero, y para eso ya están los obispos y demás prelados de la Iglesia económico-globalista-del-enésimo-día. Nuestra fe se reduce a la primitiva, el cupón de la once y la quiniela. Y así, mientras no toque, cualquiera se hace un descreído.
4. Marcos
   2002-05-06 16:19 ¿La fe? La única fe válida es la que sirve para pensar que mañana por la mañana seguiremos vivos.
5. Ximo
   2002-05-07 12:05 Me refería a la fe del creyente en la diosa Economía, Marcos. La fe en que mañana seguiremos vivos es desde luego dudosa, aunque sustentada en un hábito inveterado, pues ¿quién nos asegura que mañana seguirá saliendo el sol? ¿No es por lo menos inquietante pensar en el mañana? ¿No nos debería bastar con contemplar y disfrutar el presente? ¿No es lo que hoy ocurre lo único que me permite asegurar mi existencia? ¡De la diosa economía al problema de la existencia no hay más que un breve trecho!
6. Roger
   2002-05-07 12:36 O un breve techo.