Basta ya, hombre, por favor.
Óscar C. Orellana,
Fundamentalismo ¿laico?: “Ante las reformas cívicas que el gobierno socialdemócrata de Rodríguez Zapatero quiere aplicar en esta legislatura, la derecha religiosa e integrista, jaleada por sus hooligans mediáticos, se rasga las vestiduras acusando al gobierno legítimamente elegido de practicar un “fundamentalismo laico” y una “degradación moral de nuestra sociedad”. ¿Es una degradación moral considerar que la religión, cualquiera que sea esta, no puede condicionar los derechos y obligaciones que como ciudadanos tienen, por ejemplo, los homosexuales? ¿Es fundamentalista considerar que la educación debe basarse en valores cívicos y constitucionales, dejando la vivencia religiosa como una opción voluntaria en el ámbito de lo privado?” Y punto en boca.