Suenan tambores de congreso en el principal partido de la oposición en España. Según
Pablo Sebastián, se intuyen aires de cambio, que bien podrían quedarse tan sólo en el cambio de color de su logo; parece ser que han decidido abandonar definitivamente el azul recuperando el naranja, que ya en otra época fue utilizado desde el centro-derecha [UCD]. Toda una operación de marketing para arropar al equipo que salga finalmente aupado.
La naranja mecánica: “a pesar de su astucia y ambición, Rajoy, escalador de las cumbres ochomiles del PP, tiene soplando en su cogote el viento de ese bigote que habla en espanglis, el temible K-2 de Aznar. El que, si George Bush repite mandato en Estados Unidos, va a querer volver, o no se irá nunca, que es lo mismo”. Pues eso, cambios, los mínimos.