No me entusiasma el artículo de
José María Martín Patino, pero creo que su espíritu y algún que otro párrado son imprescindibles: “El elemento básico y que más hay que cuidar es el maestro. Las reformas no las hacen las leyes, sino los maestros, los profesores. Hay que confiar en ellos como educadores auténticos, que tengan un nivel cultural bastante alto, que sean honestos y ganen un sueldo digno de la gran función que se les encomienda; de tal manera que nadie, llámese Estado, municipio o sociedad, les despoje de su dignidad. De modo especial deben ser considerados los maestros de la escuela rural ¿Por qué no compensar a estos maestros si asumen la función añadida y transcendental que pueden realizar, si residen en el mismo pueblo, dentro de la estructura social de las pequeñas poblaciones?”
Elogio del maestro [*pdf].
2004-09-21 13:18 Además de todo eso que comentas, que está muy bien, el maestro necesita tener cierta autoridad (bien entendida) ante sus alumnos y los padres. El respeto perdido es muy dificil de devolver.
2004-09-21 15:51 Cuando decía que el artículo me gustaba su “espiritu” me refería precisamente a eso: que más que de soluciones concretas habla de ambientes y generalidades. Pero quiero entender que entre ellas está implícita esa recuperación del respeto al maestro, de la autoridad. Es difícil cuando son los padres los primeros que transmiten esa falta de respeto a sus hijos. Antes, si un niño contaba en casa que el maestro le había castigado en casa lo castigaban doblemente; ahora, ponen verde al profesor delante del niño. También está la falta de respeto de la administración, claro, pero eso es endémico. Saludos.
2004-09-21 16:21 Frente a la etimología de “educar”, yo prefiero la etimología de “escuela”, del griego schole asociado al tiempo libre para el desarrollo personal…aquí si que notamos la diferencia con el concepto moderno de escuela: Classic Greek included the word schole, a word linked through the Latin scola to the English “school” and “scholar.” Schole, in classic language, described both the activities FREELY chosen for personal enjoyment and the freedom necessary to choose. Such activities included physical participation to achieve personal excellence, debate, drama, culture, and seeking knowledge. Sobre el concepto de “Maestro Rural”, no se de qué año está hablando, pero hoy en dia, y gracias al “progreso” de las comunicaciones por carretera, lo más común es un urbanita que va y viene con su coche desde la capital de provincia (e incluso provincias limítrofes) a hacer su horario y se larga en cuanto suena la sirena de fin de clase. Por supuesto que en el largo periodo vacacional de verano y navidades ni “pisa” por el pueblo, en fin que es lo más alejado de lo que llamamos compromiso por la comunidad. Dejo para más tarde comentar sobre Johnn Dewey y observaciones al respecto del autor del artículo.
2004-09-22 13:06 “Desde John Dewey (1859- 1952) se viene luchando contra los dualistas que oponen mente y mundo, pensamiento y acción.” Bueno, eso es tanto como decir que Dewey y sus seguidores son pragmatistas, uno debe adoptar ideas y valores que “funcionan” en la situación concreta. Aplicado a la escuela, Dewey se propuso hacer de ella un lugar para preparar a los niños hacia una orientación socializante abandonando el énfasis tradicional en el desarrollo intelectual individual. Hablo de socializante no en el sentido comunitarista, sino en el de adaptación a un comportamiento que se le exige para que se integre en los objetivos predefinidos para el grupo. A Dewey se le puede calificar de ingeniero social educacional. “Tras dedicar mucho tiempo a observar el crecimiento de sus propios hijos”. No es una frase inocente, les estaba estudiando como a ratas de laboratorio; John Dewey publicó en 1886 Psychology, una combinación de filosofía hegeliana aplicada a la psicología experimental de Wundt. Para Wundt, y por tanto también para su discípulo Dewey, el aprendizaje (de hombres y animales) solo podía ocurrir mediante la experiencia (estímulos ambientales), con la ayuda de mecanismos de estímulos-respuestas básicos para el aprendizaje, y el papel del profesor sería no el de instruir, sino el de diseñar las experiencias de aprendizaje. Dewey no es más que la rama educacional de la corriente científica Behaviorista, con “eminencias” tales como Paulov, Skinner o Thorndike. La guinda es la frase siguiente donde resume la filosofía behaviorista aplicada a la educación: “No hay que dejar al niño a su libérrimo desarrollo, no hay que imitar los procesos de la naturaleza; las acciones educativas son acciones intencionales reflexivas, tras la consecución de una meta: cooperar técnicamente en la maximización del potencial vital más profundo de los niños.” Cualquiera diría que los niños antes de la instauración de la escuela se educaban como Tarzán de los monos, como bestias salvajes, cuando lo cierto es que se educaban en su entorno familiar y comunitario. Ciertamente que en Europa ese entorno podía considerarse bastante iletrado pero la experiencia de la nueva nación americana era bien diferente: una comunidad de hombres libres educados libres, sin necesidad de intervenciones centralizadoras ya fueran estatales o religiosas…hasta que llegaron los Dewey y Cia. Comprendemos ahora mejor frases como esta “al maestro le incumbe la tarea de utilizar esta “materia prima” orientando los infantiles intereses hacia resultados…”. Eso no es educar, eso es re-estructurar la sociedad mediante la escolarización, behaviorismo aplicado a la escuela “pauloviana”. No estamos lejos de las experiencias del “realismo socialista”, de hecho John Dewey visitó el país de los Soviets del que escribió algunas impresiones favorables al “experimento educativo” en marcha. Que el filósofo del cambio social “orientado” (control social en otras palabras) siga siendo fuente de inspiración para las élites intelectuales dice mucho de su trasfondo totalitario.