Una nueva encuesta muestra lo divididos que están los norteamericanos en cuanto a la política exterior de su país, una línea ideológica importante que cada vez se va marcando más. Una de las preguntas era sobre si preferían que EEUU fuera temido o amado por el resto del mundo. Se habló mucho de esto después del 11 de septiembre. Pero
Immanuel Wallerstein propone otra pregunta: “Supongamos que Estados Unidos no es temido ni amado. ¿Es esto creíble? Y de ser así, ¿cuáles son las implicaciones de esta percepción de Estados Unidos para otros pueblos en lo que se refiere a guerra, a la paz, a las alianzas geopolíticas y a la imagen de Estados Unidos ante sí mismo para las próximas décadas?”
¿Ni temido ni amado?