Mariano Aguirre: “El fracaso de los modelos desarrollistas, nacionalistas y, especialmente, los neoliberales, mas las guerras y la corrupción de las elites locales, han cerrado el acceso al trabajo y bienes a millones de personas. La falta de Estado y de imperio de la ley, y de sistemas impositivos fiables que sirvan como forma de distribución de la renta, impulsa a grupos sociales a competir violentamente por recursos escasos o para acceder a esos bienes que les son estructuralmente negados. Las tensiones internas se manifiestan por poder político, recursos naturales o territorio. Estas tres razones de fondo se cruzan o sirven de base para el uso de las identidades como arma de guerra: la nación, la religión o la etnia son la excusa ideológica para el uso de la violencia, y llegan a convertirse en la razón misma de los conflictos.”
Al borde del abismo: los Estados frágiles.