La caligrafía se pierde irremediablemente. Todavía en los colegios se enseña a escribir a mano y se practican las letras redondas y engoladas. Es posible que sea necesario para el desarrollo de algunas facultades humanas, pero la realidad es que en pocos años apenas se usarán los lápices, bolígrafos o plumas, igual que ya nadie tendrá que calcular nada mentalmente.
Hernán Casciari resalta que somos la última generación que habrá probado ambos sistemas, y echa de menos el papel: “Pero hay algo que perderemos irremediablemente, algo que nadie echa a faltar todavía, pero que en no muchos años será un bache inmenso en la transmisión cultural: estamos perdiendo los originales. Uno de los placeres más eróticos y del vouyerismo literario ha sido siempre, por supuesto, ver las tachaduras de los maestros en el papel. Y los futuros maestros arrojan sus errores a la papelera de reciclaje. Nuestros hijos ya no podrán beber de esa fuente. Parece baladí, pero creo que es una pérdida tremenda.”
Estamos perdiendo los papeles.
2004-09-15 20:42 Coincido plenamente con vosotros. Hace unos meses tuve la ocasión de coincidir con alguien que había aprendido a crear belleza en cada rasgo, y es algo que merece la pena ver…