En México no se dice
blanquear dinero, el dinero se
lava. Y al parecer el 4% del producto bruto mundial es dinero que lava el crimen organizado.
Pedro Miguel: “Ya que uno no puede impedir que los asesinos, los ladrones y los traficantes de gente sigan dedicados a sus ocupaciones sería un alivio no tener nada que ver con sus dineros. Pero los cerebros bancarios del mundo, esos ángeles impecables que pueblan los pisos superiores de los rascacielos de París, México y Manhattan, los pulcros operadores del tránsito mundial de divisas, fondos e inversiones, posgraduados y eficientes, adorables en la intimidad e imponentes en público, han creado una red discreta, pero indudable, que permite la comunicación y la interacción financiera entre la producción de esclavos sexuales y la producción de tomates, entre el saqueo de las arcas públicas y la industria de la construcción, entre las balaceras de los narcos y los créditos inmobiliarios para recién casados.”
Lavanderías.