Juan Goytisolo comienza su artículo justificándose; es lo que hay que hacer cuando un pretende criticar o poner en tela de juicio el modo de actuar de los buenos. Es caer en el juego, sí, pero es inevitable decir de algún modo criticar a los atacados no es en ningún caso ponerse del lado de los atacantes. Ese perverso dilema es perfecto como pantalla, como nube que oculte y permita cualquier modo de actuación. Todos sabemos y pensamos que los terroristas chechenos y cualquier otro que actúe como tal asesinos, bárbaros y salvajes, pero de lo que se trata es que los gobiernos legalmente constituidos no actúen fuera de la ley, oscuramente o sin atender a los mínimos derechos fundamentales. De eso se trata: de exigir a nuestros gobernantes que no se asemejen a los terroristas. Y no nos cansaremos de hacer preguntas y pedir respuestas. ¿Qué pasa en Chechenia? ¿Es necesario —¿es legítimo?— un recorte de las libertades individuales para combatir el terrorismo?
Ricardo Ortega y la dignidad de la información [*pdf].