Lo de Izar parece una agonía lenta y dolorosa, y de enfermedad incurable. Cuando miles de empleos dependen de esa enfermedad es imposible que no se dolorosa. Pero si la realidad dice que no hay cura, quizás haya que recurrir a la eutanasia. ¿Se es realmente capaz de competir con los astilleros asiáticos? La solución será siempre alternativa: trabajo y solución para los afectados; y ahí es dónde el Gobierno tiene que ser valiente y no seguir jugando, como todos hasta ahora, la baza electoral.
Fernando Fernández,
Realismo y política en los astilleros: “Tal vez ahora sea posible, porque los socialistas en el Gobierno han descubierto la realidad que antes negaban, pueden utilizar sus mejores relaciones con los sindicatos para engrasar el ajuste y cuentan con el respaldo de los Gobiernos autonómicos asturiano y andaluz que antes consideraban casus belli el cierre.”