Me enseñaron hace tiempo que todo, aunque parezca inútil o terrible, sirve de algo.
Juan Varela saca 5 conclusiones del 11-M que bordean terrenos colindantes con la desinformación, el electoralismo, la utilización del miedo y la genuflexión de los medios ante la política: “La realidad se rindió a la manipulación. La ideología y los intereses electorales (transmutados también en cálculos de audiencia, difusión y publicidad) cayeron sobre la realidad hasta dejar en la confusión y la ira a los ciudadanos.
Cuando más se necesitaba la información, los datos, la inaprensible realidad para salir del terror, más opinión vertían los medios con propósito de atacar y socavar las diferentes opciones políticas enfrentadas en un final de legislatura muy crispado y una campaña electoral descreída y a cara de perro.”
Lecciones del 11-M.