Enrique Gutiérrez Ordorika,
La lucha contra el olvido: “Así concluía el siglo, derribando muros y enterrando la historia. Del “todo vale” a la nada hay sólo un paso y, consumidas las cenizas de los viejos futurismos, el fénix del nuevo milenio resultó ser de nuevo Dostoievski llorando sobre Manhattan. El último premio Nóbel J. M. Coetzee es de la escuela del autor de Crimen y castigo y también de la del padre de Gregorio Samsa. Grozni, Falujah, Beslán
Los fundamentos de nuestro “mundo feliz” son un montón de discursos en ruinas.
Con el futuro agonizando y las causas perdidas es lógico sucumbir a la tentación del “preferiría no hacerlo” de Bartleby, el escribiente. Sin causa tampoco hay literatura. Pero, frente al silencio, escribir siempre será —como diría Milan Kundera— lucha contra el poder, porque es lucha contra el olvido”