Michel Wieviorka: “El terrorismo se diversifica en sus contenidos y en sus envites, con lo que contribuye a complicar las relaciones clásicas entre países, incide sobre la vida política interior y crea dinámicas que impiden distinguir de forma clara lo interior de lo exterior. Combina incluso él también lógicas interiores y exteriores. No basta con declararle la guerra, como si se redujera a una simple locura asesina sin significado, como si constituyera un fenómeno homogéneo que sólo cabe aplastar por medio de la represión. El desafío que plantea reclama otros métodos, más respetuosos con sus dimensiones políticas, religiosas, culturales, económicas o sociales. En cierto modo, está muy por delante de las respuestas que hay que imaginar para hacerle frente.”
Año cuatro del terrorismo global.