Con el nuevo curso escolar, se quedarán fuera de las aulas francesas el velo de las musulmanas, los grandes crucificos cristianos, el kipá judío y los turbantes sikh. Hay opiniones para todos los gustos y colores, desde quien defiende la necesidad de que las democracias actualizan con este tipo de medidas sus códigos civiles y normas de convivencia a quien defiende que imponer la laicidad del estado es otra forma de fundamentalismo
no religioso. La polémica está servida y adquiere su relevancia ante la mayor multiculturalidad existente y su perspectiva futura. En el fondo del debate están los criterios para fijar los límites ¿cuáles y quién los pone?.
Carlos Ceresole aborda esta cuestión y entrevista a Francois Hotard, sociólogo de la religión, quien afirma que la medida del gobierno francés tendrá un efecto boomerang: “Muchas más chicas musulmanas, que nunca antes habían pensado en utilizar el velo, van a hacerlo ahora para afirmar su identidad”.
Explorando los límites de la diversidad.