Juan José Millás recupera la antigua modalidad del préstamo con usura para denunciar que eso, hoy en día, es lo que practican los bancos a través de los cajeros automáticos. “Si nos quedan dos dedos de frente y de orgullo, lo primero que tenemos que hacer al llegar a casa, antes incluso de deshacer las maletas, es bajar a la sucursal de la esquina, donde dicen que cuidan de nuestro dinero, y exigir que nos devuelvan todas las comisiones, porque no eran comisiones, eran atracos.”
A ver qué pasa.