Del todo extraño encontrar artículos de este tipo en la prensa;
José Luis Alvite, sano y con buena prosa, lamenta que el sexo que practica se haya apartado tanto del que practicaba:
Sexo medicinal: “Ya no me parece divertido apartarme del bajo vientre de mis amigas con la terrible sensación de haberle disputado durante media hora un bocado de sandía a Fidel Castro. Creo que tardaré años en olvidar en mis sienes la alucinante madrugada en la que en el extenuado silencio de un catre rompió a ladrar la vagina de mi escuálida amante. Aquello fue tan terrible como haber acuchillado con la lengua a un perro ciego.”