Silvina Friera escribe sobre Truman Capote, de cuya muerte se cumplen veinte años, sobre sus técnicas periodístico-literarias y sobre su personalidad: “Truman experimentó con la escritura de muchos de los chismes que obtenía de primera mano de los ricos y famosos. Su primera “víctima” sería el actor Marlon Brando, quien le confesaría los dramas de su vida: el alcoholismo de su madre, que caminaba tras él, de rodillas, suplicándole que le hiciera el amor, y sus amores homosexuales. El histórico artículo con las confesiones de Brando cambió el estilo del periodismo escrito en los Estados Unidos. El actor demandó a Capote por calumnia y lo acusó de ser un “caníbal”. El escritor, con argumentos demoledores, le replicó: “Al menos un par de veces durante cada encuentro le recordé que yo estaba allí para escribir un reportaje. Es verdad que me alimenté de su carne humana. Pero fue él quien me la puso en la boca”.”
El hombre que fue su propio experimento literario.