Íñigo Sáenz de Ugarte hace un poco de historia y repasa la formación del poder actual de Arabia Saudí, y de su integrismo ideológico e influencia en el mundo islámico: “Hace 40 años, los saudíes tenían medios limitados y, de hecho, tuvieron que contar con los imanes y profesores egipcios que pertenecían a los Hermanos Musulmanes para hacer frente al nacionalismo árabe y laico de Nasser. A partir de 1973, y con los gigantescos ingresos del petróleo, Riad pudo organizar su propia legión islámica y extender su influencia, primero por Oriente Medio, luego por el resto del mundo islámico y, finalmente, por los países occidentales.”
El banco de la intolerancia.