Si protestar se protesta, el caso es que alguien te escuche.
¿Protestamos, luego existimos?, de Alberto Acosta: “A la Amazonía se le ve como una fuente de recursos monetarios a ser obtenidos con prácticas expoliatorias, a partir de lógicas de organización social incompatibles con ese gran reservorio de recursos genéticos, explicable por su propia fragilidad”.