No me gusta Chávez; pero es una cuestión de estilo: no me gustan su verborrea, infantil, decimonónica, cirquense. Ha ganado el referendum con claridad; los encargados de velar por la buena marcha del plebiscito dicen que no hay trampa ni cartón. Aún así, los partidarios de echar a Chávez del gobierno no aceptan los resultados y hablan de fraude, impidiendo de ese modo la normalización del país y provocando tensión y enfrentamiento. Se veía venir: nadie aceptaría el resultado, con lo que ha sido un esfuerzo inútil. Así no hay democracia.
Sergio Ramírez: “El triunfo de Chávez no acaba de ninguna manera con esa polarización que se manifiesta no sólo de manera multitudinaria en las calles, gigantescas manifestaciones a favor y en contra suya, sino también en múltiples hechos de la vida cotidiana de Venezuela. Y mucho se debe, en parte, a que el presidente amenaza en sus discursos altisonantes a un sector de la sociedad en nombre del otro sector, al que él representa, y no ha podido convertirse, como jefe de estado, en un conciliador capaz de conducir a toda la nación hacia un proyecto común, sin exclusiones.”
Los pobres más ricos del mundo.
2004-08-17 17:02 Ya, pero no le eches la culpa a Chávez de lo que está pasando. Nadie llora y crea más problemas que un rico cuando cae en desgracia, y esto es evidente en el comportamiento de la oposición. Desde hace ya tiempo están tratando de desestabilizar un gobierno legítimo, incluso orquestando una campaña de desinformación en su contra, un par de huelgas generales y un golpe de estado. Es hora de atribuir un poco más de las culpas a quienes, desde la elección de Chávez en 1998, han hecho hasta lo indecible para no dejarlo hacer su trabajo.