Martín Seco,
Lapsus linguae: “Bush en su arenga de turno: “Nuestros enemigos son imaginativos y están llenos de recursos; nosotros también. Nunca dejan de imaginar nuevas maneras de perjudicar a nuestro país y a nuestro pueblo; nosotros tampoco”. [...] Pero, al margen de sus escasas dotes oratorias, este supuesto desatino de Bush ha podido ser una de las escasas verdades contenidas en sus discursos, pues, parafraseando a Churchill, nunca tan pocos han infringido tanto daño a tantos. En primer lugar a su propio país y a su propio pueblo. La sociedad americana puede ser consciente de ello o por el contrario, presa de la propaganda gubernamental y de su propia paranoia, continuar encerrada en su torre de cristal; pero lo cierto es que está pagando un alto precio por haber elegido, aunque sea con pucherazo, a este presidente, y aún puede pagar más si comete de nuevo la equivocación de reelegirlo.”