Tiendo a pensar que si tanto molesta a la clase acomodada de Venezuela es que Chávez no es tan malo como lo pintan. Pero es una intuición, nada más, porque en este asunto parece bastante complicado
leer entre los apasionados argumentos de unos y otros.
Ignacio Ramonet parece tenerlo claro:
Chávez no se va: “En los casi seis años que lleva en el poder, su gobierno ha entregado miles de hectáreas a campesinos sin tierra, ha alfabetizado a millones de niños y adultos, ha creado, por primera vez, dispensarios médicos en los barrios marginados y en todos los rincones del país. Y aunque no hay ningún tipo de censura, ni ningún detenido político, la oposición sigue tratando al presidente, vía unos medios mentirosos, de dictador o de tirano.”