Saúl Yurkievich: “Tanto en su literatura como en su vida, Julio Cortázar es hombre de entremundos. Ante lo literario, Julio Cortázar se sitúa en posición fronteriza, se coloca entre, en los bordes o brechas del mundo sólito, sancionado como real, allí donde da vértigo y se pierde pie y reparo, allí donde las consistencias y constancias de lo verdadero vacilan, se subvierten o revierten, allí donde se puede vislumbrar el revés, presagiar otro orden, otra aprehensión, otras relaciones, otras existencias. También en su vida, en el campo de la experiencia efectiva, está en la intersección, en la hendidura; no afinca, deambula; es el hombre de entremundos, entre su Argentina natal y su Europa electiva, es el trotamundos, el empedernido viajero ávido de geografías.”
Deambulaciones de un mutante: Julio Cortázar en ochenta mundos. [PDF]