El hombre ha roto con la tendencia natural que le exigía una evolución calmosa y estatuaria y se ha lanzado a un proceso de cambio antinatural y alejado de instintos y sentidos, y, en definitiva, perjudicial para sí mismo. Esa más o menos es la tesis de la antropóloga
Jean Liedloff: “No es ningún secreto que los “expertos” no han descubierto como vivir satisfactoriamente, pero cuanto más fracasan, más profundizan en llevar los problemas por la sola influencia de la razón y desestimar lo que la razón no puede comprender o controlar. Ahora nos dirigimos exclusivamente por el intelecto; nuestro sentido innato de lo que es bueno nos ha sido socavado hasta el punto de que apenas somos conscientes de su funcionamiento y no podemos distinguir un impulso original de uno desviado.”
El concepto de continuum.