Alberto Illán Oviedo,
Kioto: “Pero Kyoto supone mucho más que esto, supone un esfuerzo involuntario que aunque parezca que recae en las empresas terminará afectando a los ciudadanos en muchos aspectos, no sólo en el montante final de sus recibos. En primer lugar, al estar el 60% de las emisiones en sectores en los que Kyoto nada tiene que hacer, se exige un esfuerzo extra para el tejido industrial y energético. La industria se verá afectada de dos maneras. La primera es el incremento de lo que gastan en energía al subirles los precios, mientras que la segunda es que tendrán que elegir entre comprar derechos de emisión o hacer un esfuerzo en el cambio tecnológico. Ambas posibilidades significan o un incremento del precio del bien o servicio que ofrecen, con la consecuente bajada de la demanda, o una reducción de costes que perfectamente se puede reflejar en una regulación de empleo o en un caso extremo, la salida de la empresa de la zona, es decir la temida deslocalización a otro país donde Kyoto no se aplique. En cualquiera de los dos casos, el ciudadano será en última instancia la víctima.” De acuerdo, es malo para los ciudadanos a corto plazo, ¿y para el medio ambiente a largo plazo?
2004-07-31 00:16 Si realmente crees que lo aprobado en Kyoto va a suponer un beneficio para el medio ambiente creo que estás muy equivocado. Las posibles variaciones de temperatura si se lleva a cabo lo acordado serán de apenas unos grados en un porrón de años y para solucionar algo que el mismo protocolo considera inevitable debemos embargar el futuro financieron de esta y las siguientes generaciones. El ‘Ecologista Escéptico’ es un buen libro para analizar los datos que nos proporcionan los ecologistas con otros ojos, pero invito a los lectores a interpretar los mismos datos con sus propios ojos y conocimientos.