Hipólito Gómez comienza contando la historia de los dos descubridores de la Antártida: Cook y Gabriel de Castilla. Uno fue celebrado y el otro no. Pero da igual, porque lo importante es hacer las cosas. (Hace años un director de teatro (de los potentes) me dijo que lo importante no es hacer las cosas bien, lo importante es hacerlas.) “Sostengo que el verdadero fracaso consiste en no buscar, en vivir para nada en vez de vivir para algo; ahí reside a mi modo de entender, la línea de separación entre tales modos de existir. Ya se sabe que éxito y fracaso son “dos impostores”. De esos que llamo “indescubridores”, hay muchos en tierra firme y también más de uno, acaban su existencia sin dejarse sentir o sin que queramos sentirlos porque sugieren caminos demasiado arduos para la voluntad que nos damos, que la voluntad no es tan natural cómo la inteligencia: la suele tener fuerte el que se propone tenazmente tenerla.”
Los indescubridores.