Hay varias corrientes que niegan a Darwin la originalidad absoluta de su teoría de la evolución. Lo que hay qu acabar de recordar es que las obras científicas y artísticas, incluso las revolucionarias, surgen de un contexto social e intelectual, no del vacío, ni de la mente absolutamente preclara de su autor. Siempre estamos confundiendo al creador con algún dios. Supongo que así se aligera la carga de culpa por comparación. En ese sentido de que es importante establecer contextos para las nuevas ideas, es importante la publicación de una nueva biografía de Alfred Russell Wallace, que llegó a conclusiones parecidas a las de Darwin.
Isaac Camps: “Lo que sí es seguro es que el naturalista más popular de todos los tiempos, Darwin, tiene la patente de la teoría de la evolución ¡por los pelos!. Por que un tal Alfred Russell Wallace (en la imagen), que digámoslo así, era todo un gentleman, le cedió los honores. Wallace llegó por su cuenta en medio de ensoñaciones maláricas en Malasia casi a las misma conclusiones, que comunicó por carta a Darwin. Y Darwin se vio obligado publicar a toda prisa sus estudios. No quiero que parezca que Darwin fuera un aprovechado. Eran bastante colegas y Darwin nunca ocultó el mérito de Wallace. Pero que Wallace fuera socialmente incómodo no le ayudó a conseguir más reconocimiento. Espero que con este cromo se animen los que sólo conozcan al galés por aparecer en los libros de texto mencionado de refilón como “la línea de Wallace” que separa la bioregión de Australia y Asia.”
El explorador de la evolución.