Parece que ya hay remedios farmacéuticos para casi todo: para reducir el nivel de grasa del cuerpo, para muscular y tonificar, para aumentar la concentración y capacidades cognitivas, para alargar la función eréctil, o quién sabe cuántas otras posibilidades más. La industria farmacéutica hace tiempo que sabe que el verdadero negocio está en producir drogas para gente “sana” y la genómica se convierte en el factor multiplicador: la medicina personalizada o el mejoramiento del desempeño humano a partir de los genes, y de fármacos ligados a éstos. ¿Lo huelen ya?
Los señores de la genómica por
Silvia Ribero.