Bueno, por fin alguien dice la verdad sobre la telebasura. Lo hace Patrick Le Lay, presidente de TF-1, cadena privada de televisón en Francia: “Básicamente, el trabajo de TF-1 es ayudar a Coca-Cola, por ejemplo, a vender su producto. Ahora bien, para que un mensaje publicitario sea percibido, es preciso que el cerebro del telespectador esté disponible. Nuestras emisiones tienen por objetivo hacerlo disponible: es decir, divertirlo, distenderlo para prepararlo entre dos mensajes. Esto es lo que nosotros vendemos a Coca-Cola, tiempo de cerebro disponible.”
José A. Sorolla, autor del artículo de donde saco esto tiene razón cuando dice de la sinceridad de Le Lay: “Una sinceridad que contrasta con la de quienes aquí intentan justificar la telebasura que producen con pretensiones intelectuales o con referencias cínicas a que “la auténtica telebasura está en los telediarios”.”
Cerebros disponibles.