Carmen Castro escribe sobre
La intuición como fuente de conocimiento y aporta algunas de las teorías más serias al respecto. Para mí la intuición no es tal, sino reflexión oculta; se trata de una maquinación no tanto subconsciente como en segundo plano, que analiza variables, descarta, teoriza y saca conclusiones. Por eso se habla de intuición femenina y no de masculina: por genética o educación —piénsese que los oficios y taréas tradicionales para la mujer se dan al pensamiento: uno puede pensar sobre multitud de cosas mientras plancha, pero no mientras juega al fútbol— las mujeres gozan de ese plus de análisis de la realidad que le falta al hombre. Es muy parecido al proceso por el que se elabora un poema: puede parecer que a uno le sobreviene hecho, pero casi siempre es resultado de un trabajo semisubconsciente que descarta, corrige y escoge el resultado final.