“Fraga Iribarne acaba de proclamar que su vida personal se mueve en los aledaños de la canonización, donde sólo caben los que, además de ser buenos y honrados constituyen un ejemplo para la imitación de los creyentes”. ¡Ahí queda eso!
Xosé Luis Barreiro lejos de escandalizarse ha decidido celebrar la mencionada proclamación y el efecto colateral que conlleva. ¿Lo intuyen? efectivamente, la ansiada transmisión inter-vivos del tronío Gallego continúa aplazada en el tiempo electoral, y la imagen de el-que-quiere-ser-canonizado volverá a decorar el paisaje natural y urbano del noroeste de la península. ¿Será que el lifting gráfico electoral también alcanzará a borrar algunas arrugas de su trayectoria política?. Es lo que tiene la edad. Quienes todavía no padecemos de alzheimer histórico, las recordamos.
La canonización de Fraga.