Dice Anson hoy, en su
Canela fina y respecto de las acusaciones que se han vertido sobre el vicepresidente de la Comisión de Investigación sobre el 11-M de que llamó por teléfono al primer testigo para indicarle el sentido de su declaración, que
si el señor Martínez Sanjuan no demuestra que eso es falso, se terminó la Comisión de Investigación. Signo de los tiempos: son los demás los que tienen que demostrar que eso sí es verdadero, y no al revés. El principio de la presuposición de inocencia ha desaparecido. Y no me refiero a este hombre, que me da igual: es político.
Antonio Casado insiste en que el carácter político de la Comisión la invalida y la convierte en un inútil remedo de una tarde del Congreso: ”¿Qué estamos aprendiendo en las agotadoras sesiones de esta comisión sobre lo ocurrido entre el 11 y el 14 de marzo de 2003? Pues que los profesionales de la política iban por un lado y los profesionales de la investigación policial por otro. Lamentable pero lógico en vísperas de unas elecciones donde los partidos se jugaban el poder.”
Insensata comisión del 11-M.