Rafael Marín,
Shrek 2: cuando las perdices no bastan: “El mundo de Shrek es ese mundo de oropeles falsos que nos ha tocado vivir, y no extraña que se equipare descaradamente con Hollywood y Beverly Hills. Al glamour se contrapone la escatología, sí, pero también al artificio hueco se enfrenta la inteligencia. Shrek, Asno, Fiona, El Gato con Botas gozan siempre de los más chispeantes diálogos, mientras que los personajes negativos (el Príncipe Encantador, el Hada Madrina) no salen de los tópicos que cabrían imaginar de ellos si la película fuera un Disney clásico.”