Jonathan H. Pincus es un neurólogo dedicado durante 30 años al estudio de la mente de asesinos. Un reportaje de
Fernando Goitia: “Este círculo vicioso se repite especialmente entre los varones. De hecho, el crimen violento es más habitual entre hombres, con una proporción de nueve a uno. Según diversos estudios, el maltrato y las lesiones en el cerebro son más corrientes en los chicos. Entre otras cosas porque sufren más accidentes y los castigos que reciben son más violentos. Además, los niños con lesiones cerebrales y enfermedades mentales presentan un comportamiento que muchos padres no aceptan en el varón e ‘invitan’ en muchos casos al maltrato. No obstante, las niñas tampoco se libran del abuso. Los moratones y cicatrices en los muslos y la espalda de Cynthia no estaban allí porque se hubiera caído por las escaleras ni por la ventana, o porque la hubiera atropellado un coche. El día que le clavó un cuchillo a Mona en el corazón, Cynthia quería quedarse en casa, tenía miedo, pero se vio atrapada entre dos fuegos. Temía los golpes de Mona, sí, pero tanto o más le aterraba la paliza que le propinaría su madre. Recordó lo que le había dicho: «Si alguien se mete contigo, pégale. Así te respetarán».”