Raúl Pérez Cobo,
Poetas en la playa: “Pero Garcilaso, un hombre de conquista, no se amilana y entre el tanga que le trae Boscán y los cubatas nocturnos de la anterior noche, toma los chiringuitos como si fuesen puticlubes. Los extranjeros piensan que es una atracción turística envidiable: sol, playa y los clásicos. Entonces piensan que los españoles hemos elevado el nivel cultural de la patria. Y piensan que ya estamos integrados en un Europa digna de permanecer en los libros del futuro.
Pero si Garcilaso es un ligón playero, Manrique es de la liga de los nudistas. Me dicen que anda por los riscos de una cala virgen, curándose la depresión que le produce la fama, la fama de un solo poema, como a Lorca el Romancero Gitano. (El agua calma, que se lo digan a aquel Albatros francés…)”