Creo que
Alieto Guadagni tiene razón. Dedica gran parte de su artículo a explicar las razones ambientales por las que es importante ratificar el protocolo de Kioto. Pero al principio, esas razones son más bien estratégicas: hay que cambiar los hábitos de consumo energético en los países industrializados para no depender tanto del petróleo, en otras palabras, de los países del Medio Oriente. Más que las guerras, me parece que una fuerte inversión en proyectos de investigación en nuevas energías, principalmente las renovables, pondría una presión sobre algunos países con los que hay que cambiar las relaciones. La idea es evitar la dependencia.
El Protocolo de Kyoto, ¿sirve?