La rueda de prensa de Iñaki Sáez me recordó que vivo en España, algo que trato de olvidar, o de adornar, cada mañana. Sáez insistió en que ya se encontrarán las armas de destrucción masiva en Irak; dijo, además, que igual iba a resultar ahora que Sadam era un santo; se ratificó en que el mundo era mejor ahora que antes de la guerra. Por si acaso no había quedado claro, José María Villar no aparece por ningún sitio.
Luis Ignacio Parada nos recuerda las bondades y excelencias del noble arte de la dimisión, práctica sexual oriental y exótica desconocida por estos lares: “Sáez anunció ayer que no dimite. Y para mayor escarnio declaró que no lo hace porque se siente apoyado por sus mentores y porque sería una cobardía. Olvida que el digno arte de dimitir tiene una dimensión política, cultural y social; que sacrificar los propios intereses a la conciencia de culpa es un ejercicio de nobleza y bonhomía; que no hacerlo, aunque sea para que no le sea admitida es una artimaña que devalúa su dignidad y destruye la confianza en el espíritu de servicio que debe al menos simular cualquier dirigente elegido a dedo.”
Una dimisión pedida por unanimidad.
2004-06-23 11:24 Villar y compañía controlan su feudo a la perfección.
2004-06-23 14:22 Y quien se presenta a las elecciones para presidir la Federación fue colaborador de Villar, Gerardo González. Más de lo mismo, pues. Un saludo.
2004-06-24 02:15 Bueno, pues lo dicho, desdicho. Sáez ha dimitido. Saludos.