Me pregunto, ¿por qué no es España un país exportador de tecnologías del agua? Las necesidades las tenemos, ¿cómo es que no nos estamos aplicando a resolver los problemas? Esto viene a cuento de la drogación, por parte del Gobierno, del proyecto del trasvase del Ebro, que vuelve a reavivar su polémica. Yo propongo un cambio en el modelo de la investigación tecnológica,
Narcís Prat propone un cambio en los usos y gestión del agua. Probablemente lo mejor sea un equilibrio entre ambas cosas. “Hay algo esencial para que una política del agua basada en la calidad y la garantía triunfe en España: una profunda renovación de la forma como se gestiona el agua. El cambio trascendental es un cambio mental. El chip del balance de recursos-demandas y los déficits estructurales está obsoleto, hay que cambiarlo por un chip de última generación, versátil, adaptable a las circunstancias y atento a los cambios: el de la calidad y la garantía. Sin este cambio mental en aquellos que gestionan el agua en España es difícil que logremos tener agua en cantidad y calidad suficiente para los abastecimientos, las industrias, los servicios, la agricultura sostenible y los ecosistemas. Confiemos que pronto tendremos una nueva ley del agua que olvide un poco la hidráulica y piense más en la calidad y los ecosistemas.”
Gestión del agua.