La IX Conferencia Regional de la Mujer, que tuvo lugar hace unos días en México, aprobó un documento en el que los gobiernos de América Latina se instan a sí mismos a trabajar para que las mujeres puedan ocupar su espacio con mayor claridad en la vida pública y empresarial.
Andrés Oppenheimer: ”¿Exigirán los ministros de sexo masculino con la misma vehemencia que sus colegas mujeres que sus gobiernos cumplan con las promesas hechas en la conferencia de México de establecer políticas de acción afirmativa en el mercado laboral? ¿O que se les dé beneficios de maternidad a todas las mujeres, o que se les permita heredar tierras en comunidades donde enfrentan grandes obstáculos para hacerlo? Claro que no. Podríamos discutir hasta el fin del mundo sobre si los hombres o las mujeres son mejores en cargos públicos, pero no hay duda de que las mujeres van a defender sus derechos más vigorosamente que los hombres. Ellas sufren la discriminación en carne propia.”
Una receta contra el machismo.