Sencillamente, la directora de RTVE ha metido la pata: ha legitimado la manipulación ideológica de los Medios públicos porque los dirigen cargos elegidos democráticamente. Da la sensación de que a varios miembros de este nuevo Gobierno les viene grande el cargo, muy grande. Editorial del ABC: “Caffarel dijo lo que dijo, aunque posteriormente tratase de salir del frondoso jardín en que se ha metido mediante un comunicado aclaratorio en el que apelaba a su condición de catedrática investigadora de los medios para disfrazar de análisis lo que a todas luces parece un juicio de valor. Y lo que dijo es, sencillamente, incompatible con el propósito regenerador que alienta teóricamente su designación y con el planteamiento esbozado por el presidente del Gobierno al confiar a un comité de sabios el futuro diseño de la televisión del Estado. Del Estado, no del Gobierno.” El jardín de Caffarel.