Oceana, ONG especializada en trabajar contra la contaminación del mar, abre oficina en España.
Xabier Arnella: “Los cruceros de placer sólo representan el 0,01 de la flota mundial y son responsables, al parecer, el 24 % de la contaminación marina. Sólo para que navegue se precisa quemar una cantidad de combustible equivalente a 12.000 vehículos que, debido a la baja calidad del hidrocarburo usado, contamina 50 veces más que los coches actuales. Según Oceana, la adaptación de las naves para que puedan tratar al menos las aguas residuales costaría unos 2 millones de dólares por unidad. Parece una cifra alta, hasta que se compara con los 8.000 millones de dólares anuales que han sumado los beneficios de las compañías dedicadas a cruceros.”
Oceana: guardianes del mar.