Susan Sontag, sobre las imágenes de tortura, sus motivaciones, su erotismo, su poder… y sus implicaciones políticas: “Así consideradas, las fotografías somos nosotros. Es decir, son representativas de las singulares políticas de este gobierno y de las corrupciones fundamentales del dominio colonial. Los belgas en el Congo, los franceses en Argelia, cometieron atrocidades idénticas y sometieron a los despreciados y renuentes nativos con torturas y humillaciones sexuales. Añádase a esta corrupción generalizada la desconcertante y casi absoluta falta de preparación de los dirigentes estadounidenses en Irak para hacer frente a las realidades complejas de un país tras su «liberación», es decir, su conquista.”.
Imágenes torturadas.