Txema,
Hooper: “De pronto lo he visto claro, con el sosiego propio de quien sabe de la indiferencia del otro; en especial si hace años que murió. A Hopper desde el 67 todo le da igual. Intentando descubrir los motivos de tan repentina decisión he de reconocer que todo empezó sobre las dos de la tarde. Estaba comprando pan y he comprobado que la mayoría de los consumidores de los supermercados tocan todas las barras para comprobar que, en efecto, todas son iguales y acabar llevándose una cualquiera, elegida al azar tras apretar a todas sus compañeras. En ese momento he pensado en Hopper y he tomado la decisión. Me he acercado a la señora que acababa de tocar los panes y se lo he dicho bien claro: por su culpa ya no me gusta Hopper, buena mujer.”