Siempre me he preguntado por qué es inadmisible ver a un político acudiendo a una vidente o a una bruja y no entrando en una Iglesia y poniendo el resultado de una Ley en manos de Dios.
Felipe Benítez Reyes se pregunta cosas similares y se extraña de ver tanta astrología en nuestros días: “El caso es que no creo que, desde la Edad Media, la gente viva tan pendiente de la magia y de los esoterismos como en nuestros días. Ahí están, qué sé yo, las alegres cartomantes televisivas, con su tarot que desvela de forma instantánea los misterios domésticos y cósmicos; los adivinos, los curanderos, las pitonisas dicharacheras y todo el repertorio imaginable, todos ellos dedicados a satisfacer el ansia de irrealidad de la gente que, por una cosa o por otra, suele acabar siendo víctima de la realidad.”
Política y magia.
2004-05-29 15:06 Aún me acuerdo de aquella escena durante la campaña electoral, con Rodrigo Rato (más su nutrida comitiva) dándose una vuelta por el barrio de Chueca para acabar entrevistándose con una tarotista que le pronosticó que sería presidente. Aquél fue un numerito que tuvo cierta repercusión en los medios -
y la señora seguramente sabía que lo tendría-.2004-06-01 10:48 Según Pedro J. Ramírez, le suministraron algún filtro de amor (él lo llama “alguna sustancia en la bebida”) para alterar su comportamiento sexual con Exuperancia Rapú. Recordemos que las conductas sexuales que exibió esa noche Pedro J. fueron grabadas en vídeo con el fin de desprestigiar y ridiculizar a uno de los más tenaces críticos de la corrupción felipista. Si fuera cierta la tesis de defensa de Pedro J., y teniendo en cuenta la procedencia de Exuperancia (Guinea Ecuatorial como un mundo aún dominado por el pensamiento mágico y el hechicerismo), estaríamos ante uno de los últimos episodios de utilización de artes mágicas para la consecución de fines políticos. Al fin y al cabo el poder político y mediático van de la mano hoy en dia.