En América siempre se está hablando de las formas de la democracia, de cómo crear gobiernos democráticos estables. Los obstáculos para el desarrollo de la democracia son importantes, pero una señal de madurez política es precisamente este tipo de discusiones.
Andrés Oppenheimer escribe sobre cómo ha sido recibida la boda real española en América y el tipo de discusiones que ha generado. Evidentemente, nadie instaurará monarquías, pero el sistema presidencialista francés tampoco parece mala idea. ”¿Por qué? Porque uno de los principales problemas de América Latina es la ingobernabilidad, por tener presidentes sin mayoría en el Congreso que no pueden hacer aprobar ninguna ley. Como resultado, países como México, Perú y Ecuador, están sufriendo casos severos de parálisis política, donde no se puede aprobar ninguna reforma de fondo.”
La boda real da que pensar en Latinoamérica.