Richard Dawkins argumenta en contra de la tradición, la autoridad y la revelación como excusas para «creer», sin crítica ni selección ni esfuerzo.
Buenas y malas razones para creer: “Vamos a hablar de una tradición concreta. Los católicos creen que María, la madre de Jesús, era tan especial que no murió, sino que fue elevada al cielo con su cuerpo físico. [...] Lo de que su cuerpo fue elevado a los cielos no se inventó hasta unos seis siglos después de Cristo. Al principio, no era más que un cuento inventado, como Blancanieves o cualquier otro. Pero con el paso de los siglos se fue convirtiendo en una tradición y la gente empezó a tomársela en serio, sólo porque la historia se había ido transmitiendo a lo largo de muchas generaciones. Cuanto más antigua es una tradición, más en serio se la toma la gente. Y por fin, en tiempos muy recientes, se declaró que era una creencia oficial de la Iglesia Católica: esto ocurrió en 1950, cuando yo tenía la edad que tienes tú ahora. Pero la historia no era más verídica en 1950 que cuando se inventó por primera vez, seiscientos años después de la muerte de María.”
2004-05-23 19:26 Con todos mis respetos, se podía haber tomado la molestia el autor de indagar un poco en los orígenes de esta tradición de la Asunción de María a los cielos. Precisamente, de todas las festividades marianas, la de la Asunción pudiera ser una de las de mayor arraigo popular, veamos por qué: Su celebración es el dia 15 de agosto o en algunas iglesias ortodoxas el domingo más cercano al 15 de agosto. Pues bien, después de la liturgia del 15 de agosto, la iglesia armenia realiza la tradicional bendición de las uvas. Este acto, rico en simbolismo refleja la antigua costumbre pre-cristiana de ofrecer los primeros frutos de la cosecha a los dioses, dentro de una sociedad todavía fundamentalmente agraria como la armenia. Sin lugar a dudas, que este rito debió estar de lo más extendido en los albores de la cristianización de Europa, de forma que en el rito mozárabe nos encontramos con la “benedictio uve” en el Liber Ordinum. La iglesia medieval, como en el resto de sus festividades, se dedicó a ocultar esta antigua celebración pagana bajo el nuevo significado de las sagradas escrituras; así establece que las uvas son necesarias para producir vino, que fue usado por Jesús en su última cena, que convirtió en su sangre. Por tanto, se debían bendecir los primeros frutos de las viñas pues con ellos beberíamos la sangre de cristo en la eucaristia. Además, las viñas se reproducen sin inseminación, por lo que simbolizan el nacimiento virginal, como fue el caso de Jesús y María. El desconocimiento de las verdaderas raíces de la fiesta de la Asunción no es excusa para rechazar de plano la existencia de esta tradición. Saludos.
2004-05-24 00:04 Gracias, Beowulf, por los datos, pero no entiendo tu intervención. DAwkins en ningún momento niega la existencia de la tradición, sino que la pone como ejemplo de la credulidad como sistema: si una tradición es antigua y defendida por mucha gente y gente importante, entonces es cierta y punto, nada más que pensar. Creo que eso nada tiene que ver con lo que tú dices. Saludos.
2004-05-24 01:33 Me refería a que el autor parece querer basar esta tradición en una invención (“La Biblia no dice nada de cómo o cuándo murió; de hecho, a la pobre mujer apenas se la menciona en la Biblia”). Precisamente porque no se dice nada en las Escrituras podemos pensar razonablemente que su origen puede estar en la cultura indoeuropea, al borde de la revolución neolítica. El autor no se ha tomado la molestia de indagar en la memoria arcaica de esta tradición sin justificación bíblica. Hasta la Edad Media este tipo de tradiciones constituían el lenguaje natural de un pueblo que no leía la Biblia, servían para pensar el mundo y lo sagrado. La Iglesia fue apropiándose de ellas primero de manera superficial y luego más genéricamente desde la Contrareforma hasta el punto de que ya muchos no son capaces de ver en ellas la continuidad de la memoria “salvaje” de los pueblos europeos. Ciertamente que desde el momento en que una tradición pierde su espontaneidad, sus defensores empiezan a tener que justificarla porque mucha gente se interroga “para qué sirve esto”, es que ha entrado en decadencia. La promulgación del dogma de la Asunción de la Virgen en 1950 entra en parte dentro de esta lógica de la Iglesia que buscaba conservar “petrificada” esta tradición que ellos mismos y la modernidad se habían encargado de desnaturalizar. Lo que los niños en edad infantil necesitan es un programa de “Historia de las Religiones”, que explique este tipo de cosas como alternativa a la asignatura de Religión. Saludos.