Está claro que sin las “recomendaciones de las autoridades autonómicas” las cajas valencianas jamás hubieran entrado en un proyecto como Terra Mítica, ya en suspensión de pagos. Primo González: “Las declaraciones de los dirigentes del proyecto subrayando la normalidad del momento y la continuidad de las actividades constituyen loables intentos de superar el problema pero parecen poco realistas. Desde su nacimiento hace tres años, Terra Mítica ha sido un vertedero de pérdidas, hasta el punto de acumular un pasivo del orden de los 300 millones de euros, que se reparten numerosos agentes financieros pero, sobre todo, la Generalitat valenciana y sus dos extensiones financieras, Bancaja y la CAM, entidades que han seguido fielmente las recomendaciones de las autoridades autonómicas hasta llegar a un punto en el que la viabilidad presenta un semblante realmente inviable. La afluencia de visitantes a las instalaciones de este parque ha quedado a mucha distancia de las previsiones con las que el proyecto fue diseñado en su momento.” (El subrayado es mío). Terra Mítica, un eslabón.